La fidelidad en el amor: un reflejo de Dios

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La fidelidad en el amor: un reflejo de Dios

2025-02-28 Amor y fidelidad Sin categoría 0

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,1-12):

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino y según su costumbre les enseñaba.
Acercándose unos fariseos, le preguntaban para ponerlo a prueba:
«¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?».
Él les replicó:
«¿Qué os ha mandado Moisés?».
Contestaron:
«Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla».
Jesús les dijo:
«Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.
De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo:
«Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera, Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio».

Palabra del Señor.

El amor como reflejo de Dios:

La enseñanza de Jesús sobre el matrimonio y la unidad entre el hombre y la mujer nos recuerda que el amor es más que un sentimiento pasajero. Es una elección diaria de fidelidad, respeto y entrega mutua. En un mundo donde las relaciones a menudo se tratan como contratos temporales, Jesús nos invita a ver el matrimonio como un signo de la alianza de Dios con su pueblo, basada en el compromiso y la comunión profunda.

La dignidad de cada persona en la relación:

Jesús nos llama a reconocer el valor de cada ser humano en el matrimonio y en toda convivencia. Su mensaje nos recuerda que nadie es un objeto de intercambio ni de uso. Cuando miramos a nuestra pareja o a quienes nos rodean con los ojos del Evangelio, aprendemos a tratarlos con el respeto y la dignidad que merecen, fomentando así una comunidad basada en el amor auténtico.

Construir lazos sólidos en la familia y la comunidad:

Más allá del matrimonio, el mensaje de Jesús nos impulsa a fortalecer nuestras relaciones en la familia, la comunidad y la parroquia. La fidelidad y el compromiso no solo se aplican a la pareja, sino a toda nuestra convivencia diaria. Construir lazos de amor y respeto es una tarea que exige paciencia, perdón y diálogo constante, valores esenciales en cualquier comunidad que busca vivir según el Evangelio.

El llamado a la fidelidad en la misión de la Iglesia:

Así como en el matrimonio se requiere fidelidad y entrega, también en el servicio dentro de la Iglesia y los movimientos apostólicos se nos pide compromiso. La tarea de evangelizar y servir a los demás no puede estar sujeta a estados de ánimo o intereses personales. El ejemplo de Jesús nos muestra que la verdadera entrega es aquella que permanece incluso en los momentos difíciles, confiando en que Dios sostiene nuestras acciones cuando se realizan con amor sincero.

Renovar el amor en cada etapa de la vida:

Toda relación, ya sea en la familia, en la comunidad o en la Iglesia, requiere renovación constante. Jesús nos invita a reflexionar sobre cómo cuidamos y fortalecemos los vínculos que hemos creado. Así como una pareja necesita recordar las razones que los unieron, cada creyente necesita renovar su compromiso con Dios y con su comunidad. La oración, el diálogo y el servicio desinteresado son caminos para mantener viva la llama del amor y la unidad.

Meditación Diaria: El Evangelio de hoy nos llama a valorar las relaciones que construimos y a vivirlas con fidelidad y amor. Jesús nos enseña que el matrimonio y la comunidad cristiana deben reflejar el amor incondicional de Dios, basado en el respeto y el compromiso. En nuestra vida diaria, esto significa tratar a los demás con paciencia, perdón y entrega sincera. En la parroquia y en los movimientos apostólicos, este mensaje nos desafía a servir con generosidad, sin esperar recompensas inmediatas. Hoy, podemos preguntarnos: ¿cómo estamos viviendo nuestras relaciones? ¿Nos esforzamos por ser fieles al amor que Dios nos pide manifestar? Que nuestro día esté marcado por gestos de unidad y comprensión, recordando que cada acto de amor auténtico refleja la presencia de Dios en nuestro entorno.