Viviendo la Fe con Autenticidad: Reflexiones sobre Mateo 23:23-26

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Viviendo la Fe con Autenticidad: Reflexiones sobre Mateo 23:23-26

2024-08-27 Autenticidad en la fe Autenticidad y compromiso Justicia Divina Justicia y Compasión Justicia y Paz Misericordia 0

Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,23-26):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.»

Palabra del Señor.

 

Introducción:

La lectura de hoy nos presenta un llamado vehemente a la congruencia entre nuestras acciones externas y nuestros valores internos. En estos versículos, se cuestiona la integridad de aquellos que, por encima de todo, parecen cumplir con la ley pero descuidan los principios fundamentales de la justicia, la misericordia y la fe.

Justicia en nuestras acciones:

En nuestra vida diaria y nuestro servicio en la comunidad, estamos llamados a reflexionar si nuestras acciones reflejan verdaderamente los valores que profesamos. La justicia, un pilar mencionado explícitamente en el evangelio, debe ser el fundamento no solo de grandes decisiones judiciales, sino también de las pequeñas acciones cotidianas. Es en el trato con los demás, especialmente con los más vulnerables, donde nuestra adhesión a la justicia se pone a prueba.

Misericordia como camino hacia la autenticidad:

La misericordia, mencionada por igual en el pasaje, nos invita a mirar más allá de las faltas y ver las necesidades del prójimo. En nuestro trabajo parroquial y movimientos apostólicos, la misericordia se traduce en escuchar con el corazón, en ofrecer una mano que ayuda sin esperar nada a cambio, y en perdonar sin reservas. Este enfoque misericordioso no solo transforma las vidas de quienes reciben, sino que purifica nuestros propios corazones, alineándolos más estrechamente con nuestras convicciones.

Fe en acción:

La fe, aunque invisible, debe ser el motor que impulsa todas nuestras acciones. Esta lectura nos desafía a evaluar si nuestra fe se manifiesta en actos concretos que testifican la bondad a la que estamos llamados. En la parroquia y en cada iniciativa apostólica, la fe debe ser visible a través de nuestro compromiso y nuestra constancia en la misión encomendada.

Limpiar primero el interior:

Finalmente, el evangelio nos llama a la introspección: limpiar primero nuestro interior para que nuestro exterior refleje adecuadamente la luz de nuestra alma. Este proceso de purificación interna es crucial para vivir una vida no solo de aparente santidad, sino de genuina santidad que se traduce en cada palabra y cada acto.

Conclusión:

Como comunidad de fe, estamos llamados a ser testimonios de una vida auténticamente vivida según los principios evangélicos. Al reflexionar sobre estas palabras de Mateo, redescubrimos el camino hacia una vida coherente donde lo que decimos y hacemos resuena en perfecta armonía con lo que creemos en lo más profundo de nuestro ser.