Invitación y Compromiso: Lecciones de Mateo 22:1-14 para la Vida Moderna

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Invitación y Compromiso: Lecciones de Mateo 22:1-14 para la Vida Moderna

2024-08-22 Compromiso espiritual 0

Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,1-14):

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: «Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda.» Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: «La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.» Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: «Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?» El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: «Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.» Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

Palabra del Señor.

 

Introducción:

En el Evangelio según san Mateo, capítulo 22, versículos del 1 al 14, se nos presenta la parábola de la boda del hijo del rey. Esta enseñanza de Jesús no solo es rica en simbolismo, sino también profundamente relevante para nuestra vida cotidiana y nuestro compromiso en la comunidad de fe.

Invitación Divina:

El rey envía invitaciones para la boda de su hijo, simbolizando la invitación de Dios a la humanidad para participar en su Reino. En nuestra vida diaria, cada momento puede ser visto como una invitación a vivir en consonancia con los valores del Evangelio, promoviendo la justicia, el amor y la paz en nuestras interacciones cotidianas.

Respuesta Humana:

Muchos invitados ignoran o rechazan la invitación del rey. Esto refleja las diversas maneras en que, a veces, nosotros también desatendemos el llamado a vivir una vida que refleje nuestro compromiso cristiano. En el contexto de la parroquia y los movimientos apostólicos, es esencial fomentar una cultura de aceptación y compromiso activo, superando la indiferencia.

Vestimenta Apropiada:

El rey nota a un hombre sin la vestimenta adecuada para la boda y lo expulsa. Esto nos enseña sobre la importancia de la preparación espiritual y moral. En nuestra vida comunitaria, es vital cultivar un carácter que sea digno del llamado que hemos recibido, enfocándonos en el crecimiento personal y espiritual continuo.

Llamado a la Conversión:

La parábola termina con una reflexión sobre los elegidos y llamados. Todos estamos invitados, pero es nuestra respuesta personal y comunitaria la que define nuestra participación en el festín del Reino. En nuestras actividades parroquiales y movimientos apostólicos, debemos ser un reflejo de este llamado universal a la conversión, la compasión y el amor.

Conclusión:

Esta parábola nos desafía a examinar nuestra respuesta a la invitación divina en nuestras vidas. Nos recuerda la necesidad de estar siempre preparados, vestidos con la gracia de Dios y listos para actuar según Su voluntad. Que nuestra participación en la iglesia y los movimientos apostólicos sea un testimonio vivo de nuestro compromiso con el Evangelio.