El Llamado a la Misión: Reflexión sobre Marcos 6,7-13

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El Llamado a la Misión: Reflexión sobre Marcos 6,7-13

2024-07-14 Hospitalidad Cristiana Sanación y Cuidado Simplicidad Evangélica 0

Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,7-13):

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Señor.

El Llamado a la Misión:

El pasaje de Marcos 6,7-13 nos invita a reflexionar sobre el llamado que todos recibimos para llevar el mensaje de amor y esperanza al mundo. Jesús envió a sus discípulos de dos en dos, recordándonos que la misión no es una tarea solitaria. Cada uno de nosotros, en nuestras comunidades y parroquias, estamos llamados a ser testigos vivos de la fe, apoyándonos mutuamente y trabajando juntos para fortalecer nuestra iglesia y sociedad. Este envío nos motiva a salir de nuestra zona de confort y ser agentes de cambio, llevando la luz de Cristo a cada rincón de nuestro entorno.

La Importancia de la Simplicidad:

Jesús instruyó a sus discípulos a llevar solo lo esencial en su viaje. Esta enseñanza subraya la importancia de la simplicidad y la confianza en la providencia divina. En nuestra vida diaria, a menudo nos encontramos abrumados por la acumulación de bienes materiales y preocupaciones innecesarias. Al enfocarnos en lo esencial y confiar en Dios, podemos encontrar una mayor paz y libertad para cumplir con nuestra misión. En el trabajo parroquial y en los movimientos apostólicos, esta simplicidad nos permite dedicar más tiempo y energía a lo que realmente importa: el servicio a los demás y la difusión del Evangelio.

La Hospitalidad y la Acogida:

El Evangelio nos recuerda la importancia de la hospitalidad y la acogida. Los discípulos dependían de la generosidad de aquellos a quienes predicaban. En nuestras comunidades, estamos llamados a abrir nuestras puertas y corazones a quienes lo necesiten. La hospitalidad no solo implica ofrecer un lugar físico, sino también crear un ambiente de acogida y amor. Este valor es fundamental en la vida parroquial y en los movimientos apostólicos, donde cada persona debe sentirse valorada y aceptada como parte de la familia de Dios.

La Autoridad Espiritual:

Jesús dio a sus discípulos autoridad sobre los espíritus impuros, simbolizando el poder espiritual que nos otorga para combatir el mal en sus diversas formas. Esta autoridad no es para dominar, sino para servir y liberar a los demás de sus ataduras. En nuestra vida diaria, enfrentamos desafíos y tentaciones que buscan alejarnos del camino de la verdad. Con la guía del Espíritu Santo y la fortaleza de nuestra fe, estamos capacitados para superar estos obstáculos y ayudar a otros a hacer lo mismo. En el contexto parroquial y apostólico, esta autoridad se manifiesta en el liderazgo humilde y el servicio desinteresado.

La Sanación y el Cuidado:

La misión de los discípulos incluía la sanación de enfermos y la liberación de los oprimidos. Este aspecto del ministerio de Jesús es crucial en nuestro tiempo, donde tantas personas sufren de diversas formas de aflicción. La sanación no se limita a lo físico; incluye el cuidado espiritual y emocional. En nuestras parroquias y movimientos, debemos ser instrumentos de la misericordia de Dios, brindando consuelo y esperanza a aquellos que sufren. Al hacerlo, cumplimos con el mandato de Cristo de ser verdaderos samaritanos, reflejando su amor y compasión en cada acto de bondad y servicio.