Cumplir la Ley: Una Reflexión sobre Mateo 5,17-19

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Cumplir la Ley: Una Reflexión sobre Mateo 5,17-19

2024-06-12 Cumplimiento de la Ley 0

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.»

Palabra del Señor.

El cumplimiento de la Ley:

En la lectura de hoy, Mateo 5,17-19, encontramos una enseñanza fundamental para nuestra vida diaria. Jesús nos recuerda la importancia de la Ley y los Profetas, afirmando que no ha venido a abolirlos, sino a darles cumplimiento. Esta declaración nos invita a reflexionar sobre cómo podemos vivir conforme a los mandamientos divinos, no solo en actos visibles, sino en nuestras intenciones y pensamientos. En nuestras acciones diarias, en el trabajo, la familia y la comunidad, debemos buscar siempre el amor y la justicia, elementos centrales de la Ley de Dios.

La importancia de los pequeños detalles:

Jesús enfatiza que ni una sola letra o tilde de la Ley desaparecerá hasta que todo se cumpla. Esta atención a los pequeños detalles nos enseña la importancia de ser fieles en las pequeñas cosas. En nuestra vida parroquial y en los movimientos apostólicos, la dedicación a las tareas pequeñas y aparentemente insignificantes refleja nuestra obediencia y amor a Dios. Es en lo cotidiano donde mostramos nuestra verdadera fe, al atender con amor y diligencia cada responsabilidad.

Enseñanza y ejemplo:

En el Evangelio, Jesús también nos llama a enseñar y a observar estos mandamientos. Esto implica una responsabilidad no solo personal, sino comunitaria. Como miembros activos de la parroquia y movimientos apostólicos, debemos ser modelos de vida cristiana, enseñando con el ejemplo. Nuestra coherencia entre lo que predicamos y lo que vivimos es crucial. Este testimonio auténtico es lo que atrae a otros hacia la fe y refuerza nuestra comunidad.

La grandeza en el Reino de los Cielos:

Jesús menciona que quienes cumplen y enseñan estos mandamientos serán grandes en el Reino de los Cielos. Esta promesa nos alienta a vivir con humildad y servicio, sabiendo que nuestra recompensa no es inmediata, sino eterna. En nuestro trabajo parroquial, es esencial recordar que cada esfuerzo, por pequeño que parezca, tiene un valor inmenso a los ojos de Dios. El servicio desinteresado y la entrega a los demás son caminos seguros hacia la grandeza en el Reino.

Vivir con propósito divino:

Finalmente, este pasaje nos invita a vivir con un propósito que trasciende lo mundano. Nos recuerda que nuestra vida tiene un sentido profundo cuando se alinea con la voluntad de Dios. En todas nuestras actividades, ya sea en el hogar, en el trabajo o en la iglesia, debemos buscar hacer la voluntad del Padre, entendiendo que su Ley es perfecta y nos guía hacia la verdadera felicidad y paz.