La Sagrada Unión: Valorando el Matrimonio en Nuestras Vidas según san Marcos 10,1-12

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La Sagrada Unión: Valorando el Matrimonio en Nuestras Vidas según san Marcos 10,1-12

2024-05-24 Matrimonio y Familia 0

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,1-12):

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba.
Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Le es licito a un hombre divorciarse de su mujer?»
Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?»
Contestaron: «Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.»
Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios «los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.» De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»

Palabra del Señor.

La Sagrada Unión:

La lectura de hoy nos lleva a reflexionar sobre la santidad del matrimonio. Jesús nos recuerda que la unión entre un hombre y una mujer es un lazo sagrado, diseñado por Dios desde el principio. En nuestra vida diaria, este mensaje nos invita a valorar y respetar nuestras relaciones matrimoniales, reconociendo que el amor y el compromiso son fundamentales para mantener una familia unida y fuerte. La fidelidad y el respeto mutuo son pilares que debemos cultivar constantemente, tanto en nuestros hogares como en nuestra comunidad parroquial.

El Compromiso Permanente:

Jesús enfatiza que el matrimonio no es un contrato temporal sino un compromiso eterno. En el trabajo y en nuestros compromisos parroquiales, este principio nos llama a ser personas de palabra, fieles a nuestras promesas y responsabilidades. Cuando asumimos un rol, ya sea como líderes en movimientos apostólicos o como servidores en la iglesia, debemos hacerlo con la misma dedicación y seriedad con la que nos comprometemos en el matrimonio. La constancia y la entrega total en nuestras tareas reflejan nuestro verdadero compromiso con Dios y con los demás.

La Importancia del Perdón:

En las relaciones humanas, es inevitable que surjan conflictos y malentendidos. Jesús nos enseña que, así como Dios nos perdona, nosotros también debemos perdonarnos mutuamente. En la vida diaria, esto significa ser compasivos y estar dispuestos a reconciliarnos con aquellos que nos han herido. En la parroquia, fomentar una cultura de perdón y reconciliación ayuda a construir una comunidad más unida y armoniosa. En los movimientos apostólicos, el perdón permite superar diferencias y trabajar juntos por un bien común.

La Dignidad del Amor:

El amor que une a los esposos es un reflejo del amor de Dios por nosotros. Este amor no se basa en condiciones ni en intereses personales, sino en la entrega total y desinteresada. En nuestro trabajo diario, este principio nos motiva a actuar con integridad y a tratar a los demás con dignidad y respeto. En la parroquia, nos inspira a servir a los demás con un corazón generoso, buscando siempre el bien del prójimo. En los movimientos apostólicos, nos impulsa a ser verdaderos discípulos de Cristo, llevando su amor a todos los rincones de nuestra comunidad.

La Unidad Familiar:

Jesús subraya la importancia de la unidad familiar. La familia es la primera comunidad en la que experimentamos el amor y la enseñanza de Dios. En nuestra vida cotidiana, debemos esforzarnos por fortalecer nuestros lazos familiares, dedicando tiempo y atención a nuestros seres queridos. En la parroquia, promover actividades que fortalezcan a las familias es esencial para crear una comunidad parroquial vibrante y sólida. En los movimientos apostólicos, apoyar a las familias y fomentar valores familiares robustos contribuye a la construcción de una sociedad más justa y amorosa.