La Verdad que Nos Libera: Reflexiones sobre el Espíritu Santo en la Vida Diaria

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La Verdad que Nos Libera: Reflexiones sobre el Espíritu Santo en la Vida Diaria

2024-05-06 Fe y Vida Cotidiana Testimonio Cristiano 0

Lectura del santo evangelio según san Juan (15,26–16,4a):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

Palabra del Señor.

Introducción:

En el Evangelio según san Juan, capítulos 15 y 16, se nos presenta una enseñanza profunda sobre la presencia del Espíritu de la verdad en nuestras vidas, un tema que, si bien es trascendental, también tiene aplicaciones muy prácticas en nuestra vida diaria, en el trabajo de nuestra parroquia y en nuestros movimientos apostólicos.

El Espíritu de la Verdad en la Comunidad:

La promesa del “Paráclito”, como lo llama Jesús, es una invitación a vivir en la verdad. Este Espíritu de la verdad nos guía, nos conforta y nos da el valor para enfrentar los desafíos de cada día. En la parroquia, este Espíritu nos inspira a ser una comunidad acogedora y sincera, donde cada miembro se siente valorado y parte integral del cuerpo de Cristo.

La Misión de Testimoniar:

Jesús nos advierte que ser testigos de la verdad no siempre es fácil y puede llevarnos a enfrentar oposiciones. Sin embargo, el testimonio es esencial. En los movimientos apostólicos, somos llamados a ser luz en la oscuridad, a mostrar con nuestra vida y nuestras acciones la belleza y la profundidad del amor de Dios.

Preparados para los Desafíos:

El Evangelio también nos prepara para los desafíos que enfrentaremos. Jesús nos dice: “Os he hablado de estas cosas para que no tengáis tropiezo”. Esto se traduce en una llamada a la preparación y la formación continua en nuestra fe, para que podamos estar firmes cuando lleguen los momentos difíciles.

Conclusión:

En última instancia, el mensaje de Jesús en estos pasajes es uno de esperanza y fortaleza. Nos recuerda que, aunque enfrentemos tribulaciones, no estamos solos; el Espíritu Santo está con nosotros, guiándonos hacia la verdad completa. En nuestra vida diaria, en el trabajo de la parroquia y en los movimientos apostólicos, este mensaje nos invita a vivir con un propósito más grande que nosotros mismos.