La fe con el corazón de un niño: una invitación de Jesús

Ayudemos a Manuel Mano Galarza

La fe con el corazón de un niño: una invitación de Jesús

2025-03-01 Fe y Confianza Humildad en la fe Jesús y los niños 0

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,13-16):

En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él».
Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor.

Recibir el Reino como un niño:

El Evangelio de Marcos nos presenta una escena sencilla pero profundamente significativa. Un grupo de personas lleva niños ante Jesús para que los bendiga, pero los discípulos intentan impedirlo. Jesús, al ver esto, se indigna y les dice: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque de los que son como ellos es el Reino de Dios». Estas palabras encierran una enseñanza que ilumina nuestra vida cotidiana y nuestra misión en la comunidad cristiana.

La actitud del niño ante Dios:

Jesús nos invita a observar la disposición de los niños para comprender cómo debemos acercarnos a Dios. Los niños son confiados, abiertos y dependientes del amor de quienes los cuidan. No tienen pretensiones ni barreras, sino que se entregan con sinceridad y alegría. En la vida diaria, este pasaje nos recuerda que la relación con Dios no debe estar mediada por el orgullo o la autosuficiencia, sino por la humildad y la apertura del corazón.

Aplicación en la vida comunitaria:

En el trabajo parroquial y en los movimientos apostólicos, este Evangelio nos llama a reflexionar sobre cómo acogemos a los demás. ¿Somos como los discípulos que ponen obstáculos o como Jesús que abraza y bendice? En nuestras comunidades, muchas veces hay personas que buscan acercarse a la fe y encuentran trabas impuestas por juicios humanos. Nuestro compromiso debe ser el de abrir caminos, derribar prejuicios y facilitar el encuentro con el amor de Dios.

La ternura como camino de evangelización:

Jesús muestra una ternura inmensa en este pasaje. No solo invita a los niños a acercarse, sino que los toma en brazos y los bendice. Este gesto nos habla de un Dios que no impone cargas pesadas, sino que acoge con amor. En nuestra vida apostólica, estamos llamados a transmitir este mismo mensaje. La evangelización no puede estar basada en el temor o la rigidez, sino en la misericordia y el afecto que reflejan el verdadero rostro de Jesús.

Un desafío para nuestra fe:

Jesús declara que solo quienes reciben el Reino de Dios como un niño podrán entrar en él. Este llamado implica dejar de lado los esquemas de poder y autosuficiencia que a veces nos dominan. En nuestro entorno laboral, comunitario y familiar, esta enseñanza nos anima a confiar más en Dios, a ser más sencillos y a permitir que su gracia transforme nuestra vida. La fe no es una carga, sino una invitación a vivir con mayor libertad interior.

Meditación Diaria: Hoy, el Evangelio nos recuerda que el amor de Dios no conoce barreras ni exclusiones. Jesús acoge con ternura a quienes se acercan a Él con un corazón sincero. Nos invita a imitar la confianza de los niños, a vivir nuestra fe sin complicaciones y a transmitir un testimonio de amor y apertura en nuestras comunidades. Que este día sea una oportunidad para examinar nuestro corazón y preguntarnos si estamos facilitando el encuentro con Dios o si, por el contrario, ponemos obstáculos. Que nuestro testimonio sea siempre una invitación a la esperanza y al amor sincero.