Profundizando Nuestra Fe: Lecciones de Lucas 5,1-11

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Profundizando Nuestra Fe: Lecciones de Lucas 5,1-11

2024-09-05 Compromiso comunitario Fe y Vida Cotidiana Servicio y misión Transformación Espiritual 0

Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,1-11):

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad las redes para pescar.»
Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.»
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a lo socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.»
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres.»
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor.

 

Introducción:

La narrativa de san Lucas en el capítulo 5, versículos del 1 al 11, no es solo un relato de un milagro más; es una invitación a contemplar cómo nuestras vidas ordinarias pueden transformarse en extraordinarias con la guía adecuada. En este pasaje, Jesús llama a sus primeros discípulos, enseñándonos sobre el llamado a la entrega y el compromiso, no solo en la vida espiritual, sino en cada aspecto de nuestra existencia.

El Llamado a la Profundidad:

En el lago de Gennesaret, Jesús pide a Simón, que ha trabajado toda la noche sin éxito, que lance las redes en aguas más profundas. Este pedido simboliza el desafío de abandonar las superficies conocidas de nuestras rutinas y aventurarnos en lo desconocido, confiando en que podemos alcanzar más de lo que nuestra visión limitada puede ver. En la comunidad, en el trabajo, en los movimientos, nos enfrentamos diariamente a la elección de seguir en lo superficial o profundizar en nuestras convicciones y acciones.

Confianza ante la Incertidumbre:

La respuesta de Simón, cargada de escepticismo pero también de obediencia, “Maestro, hemos trabajado duro toda la noche y no hemos pescado nada, pero por tu palabra echaré las redes”, es un modelo de fe práctica. En nuestro servicio, ya sea pastoral o laico, la fe nos impulsa a actuar incluso cuando el éxito no está garantizado, confiando en que la guía que seguimos tiene un propósito mayor.

Transformación a través del Encuentro:

El resultado de la obediencia de Simón no es solo una abundante captura de peces, sino una invitación personal a una vida de mayor significado: “De ahora en adelante serás pescador de hombres”. Este momento de gracia revela cómo los encuentros verdaderos pueden cambiar la trayectoria de nuestras vidas, invitándonos a participar en una misión más grande que nosotros mismos.

Compromiso con la Misión:

Finalmente, el evangelio nos muestra que, tras el milagro, los discípulos “dejaron todo y le siguieron”. Este acto de abandono total es un testimonio poderoso del compromiso requerido para aquellos que desean vivir una vida de servicio auténtico. En nuestras parroquias y movimientos, este llamado resuena en cada uno de nosotros, desafiándonos a dejar atrás lo que nos detiene y seguir adelante con un propósito renovado.

Conclusión:

San Lucas 5,1-11 nos recuerda que cada día es una oportunidad para profundizar en nuestra fe y nuestra entrega. Es una llamada a no solo hacer lo que es cómodo, sino a aventurarnos a hacer lo extraordinario con la guía de una fe viva y activa. Nuestros miedos y fracasos, bajo esta luz, se transforman en peldaños hacia un destino más grande y significativo.