El Reino de los Cielos: Un Tesoro Escondido en la Vida Diaria

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El Reino de los Cielos: Un Tesoro Escondido en la Vida Diaria

2024-07-31 Compromiso Cristiano Vida Espiritual 0

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-46):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»

Palabra del Señor.

 

El Reino de los Cielos como un Tesoro Escondido:

En la lectura del Evangelio según San Mateo (13,44-46), se nos presenta una imagen poderosa del Reino de los Cielos. Jesús compara este reino con un tesoro escondido en un campo, por el cual un hombre vende todo lo que tiene para adquirirlo. Esta parábola nos invita a reflexionar sobre el valor incomparable del Reino de Dios. En nuestra vida diaria, a menudo nos encontramos buscando lo que creemos que nos dará felicidad y éxito, pero esta lectura nos recuerda que el verdadero tesoro es la vida en comunión con Dios. Este tesoro es un llamado a valorar lo esencial y a reconocer la importancia de nuestras decisiones y prioridades.

La Búsqueda del Bien Más Alto:

La comparación del Reino con una perla de gran valor nos desafía a preguntarnos: ¿Qué estamos dispuestos a sacrificar por lo más valioso? En el trabajo en la parroquia y los movimientos apostólicos, esta búsqueda se traduce en un compromiso con los valores del Evangelio. Nos llama a ser generosos con nuestro tiempo, talentos y recursos, buscando siempre el bien común y el servicio a los demás. Esta dedicación no es fácil; requiere discernimiento y la valentía de dejar atrás aquello que no nos lleva hacia Dios.

La Alegría de Encontrar el Tesoro:

El hombre que encuentra el tesoro en el campo lo hace con alegría. Esta alegría es un testimonio de la experiencia transformadora de descubrir el Reino de los Cielos. En nuestro camino espiritual, esta alegría debe ser contagiosa. Al trabajar en la parroquia y en los movimientos apostólicos, estamos llamados a compartir esta alegría con los demás, mostrando que vivir según los valores del Evangelio es una fuente de verdadera felicidad. Es en la comunidad donde encontramos apoyo y ánimo para perseverar en nuestra fe.

Decisiones Radicales para Seguir a Cristo:

La decisión de vender todo para comprar el campo o la perla implica un cambio radical en la vida de quienes buscan el Reino. Este evangelio nos desafía a evaluar nuestras prioridades y a tomar decisiones audaces que reflejen nuestro compromiso con Cristo. En la vida diaria, esto puede significar renunciar a comodidades o actividades que nos distraen de nuestra fe. En el contexto parroquial y de los movimientos apostólicos, implica liderar con el ejemplo, siendo coherentes con los principios cristianos en todas nuestras acciones.

La Esperanza en el Futuro:

Finalmente, esta parábola nos llena de esperanza. El Reino de los Cielos es una realidad presente y futura que debemos buscar con todo nuestro ser. Aunque a veces pueda parecer oculto o difícil de alcanzar, la promesa de Dios es que aquellos que lo buscan sinceramente lo encontrarán. En nuestro trabajo diario y en la misión de la Iglesia, esta esperanza nos impulsa a seguir adelante, confiando en que cada esfuerzo y sacrificio es un paso hacia la plenitud del Reino.