El Poder de los Buenos Frutos: Reflexión sobre Mateo 7,15-20

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El Poder de los Buenos Frutos: Reflexión sobre Mateo 7,15-20

2024-06-26 Discernimiento Espiritual 0

Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,15-20):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado con los falsos profetas; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.»

Palabra del Señor.

Los frutos del Espíritu:

En la lectura del evangelio según san Mateo (7,15-20), Jesús nos ofrece una enseñanza profunda y práctica: “Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán”. Esta advertencia, aunque aparentemente sencilla, nos invita a una reflexión más profunda sobre nuestra vida diaria y nuestra fe.

El discernimiento en la vida diaria:

El mensaje de Jesús nos invita a ser vigilantes y discernir con sabiduría. En nuestras actividades cotidianas, encontramos personas y situaciones que pueden no ser lo que parecen. Para aplicar esta enseñanza, debemos evaluar constantemente las acciones y las intenciones de aquellos con quienes interactuamos. El verdadero carácter de una persona se revela a través de sus actos, no solo de sus palabras. Este principio puede ayudarnos a tomar decisiones más acertadas y a construir relaciones más auténticas y saludables.

La autenticidad en el trabajo parroquial:

En el contexto de nuestro trabajo en la parroquia, este evangelio nos llama a ser auténticos y sinceros en nuestro servicio. Aquellos que lideran y enseñan deben hacerlo con integridad y amor genuino. La comunidad parroquial es un reflejo de estos valores. Si nuestros frutos son buenos, la comunidad crecerá en fe y unidad. Si no lo son, el daño puede ser significativo. Por eso, debemos esforzarnos por vivir nuestra fe de manera que nuestras acciones hablen más fuerte que nuestras palabras.

El ejemplo en los movimientos apostólicos:

Los movimientos apostólicos dentro de la iglesia son fundamentales para la evangelización y el apoyo mutuo. La enseñanza de Mateo 7,15-20 nos recuerda que debemos ser ejemplos de buenos frutos en estos grupos. Los líderes y miembros de los movimientos apostólicos deben ser modelos de conducta cristiana. Al hacerlo, no solo fortalecemos nuestra propia fe, sino que también inspiramos a otros a seguir a Cristo con sinceridad y devoción.

Frutos de amor y justicia:

Los frutos que producimos como cristianos deben ser de amor, justicia y verdad. Estos valores no solo son esenciales para nuestra vida espiritual, sino que también son cruciales en nuestras interacciones con los demás. Al practicar el amor y la justicia, nos convertimos en testimonios vivientes del evangelio. Estos frutos nos permiten contribuir a la construcción de una sociedad más justa y compasiva, donde todos puedan experimentar el amor de Dios.

Conclusión:

El evangelio de Mateo nos ofrece una guía clara para vivir nuestra fe de manera auténtica y efectiva. Al discernir cuidadosamente y producir buenos frutos, podemos ser verdaderos seguidores de Cristo en todas las áreas de nuestra vida. Esto no solo fortalece nuestra relación con Dios, sino que también tiene un impacto positivo en nuestra comunidad y en el mundo en general. Que siempre busquemos vivir de manera que nuestras acciones reflejen el amor y la verdad del evangelio.