Comunicación Divina: Reflexiones sobre Juan 16,23b-28

Ayudemos a Manuel Mano Galarza

Comunicación Divina: Reflexiones sobre Juan 16,23b-28

2024-05-11 Fe y Comunidad 0

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,23b-28):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente.
Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios.
Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».

Palabra del Señor.

Introducción:

En nuestra cotidianidad y en el seno de nuestra comunidad, a menudo buscamos guía en las Sagradas Escrituras para encontrar respuestas a los desafíos que enfrentamos y para recordar el propósito de nuestras acciones. Hoy reflexionamos sobre un pasaje del evangelio según san Juan, donde se nos invita a entender la profundidad de nuestra comunicación con Dios y cómo esto se refleja en nuestra interacción con los demás.

Comunicación y oración:

El evangelio nos recuerda la importancia de la oración como medio de comunicación con lo Divino. No se trata solo de pedir, sino de abrir nuestro corazón para recibir las verdades que se nos revelan en la quietud de la oración. Esta práctica es esencial no solo para nuestra vida espiritual individual sino también para fortalecer las bases de nuestra comunidad parroquial. Al enseñar y compartir este enfoque de oración, fomentamos un espacio donde todos se sienten escuchados y valorados.

Enseñanzas para la vida diaria:

El pasaje evangélico nos habla también de la promesa de que nuestras peticiones serán atendidas cuando se hacen en el nombre de nuestro Maestro. Esta promesa implica una responsabilidad: actuar de acuerdo con los valores que profesamos. En la vida diaria, esto se traduce en actos de bondad, paciencia y comprensión hacia los demás, reflejando las enseñanzas que recibimos.

Trabajo en la parroquia y movimientos apostólicos:

En el contexto de nuestra parroquia y en los movimientos apostólicos, este pasaje nos anima a ser facilitadores de diálogo y constructores de puentes. La promesa de que nuestras peticiones serán escuchadas en el nombre de nuestro Maestro debe inspirarnos a ser más inclusivos y a trabajar arduamente por la justicia y el bienestar común, siguiendo siempre el ejemplo de amor y servicio entregado que nos ha sido mostrado.

Conclusión:

La lectura de hoy nos desafía a vivir según las palabras que proclamamos. Nos invita a ser testimonio vivo de las verdades que abrazamos, en cada interacción y en cada decisión que tomamos. Al hacerlo, no solo enriquecemos nuestras vidas, sino también las de aquellos que nos rodean, construyendo una comunidad más compasiva y comprometida.